TEA: La comunicación más allá de las palabras

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Somos seres sociales, por lo que la comunicación es un pilar esencial en la vida del ser humano. Mientras se va recorriendo el camino de crecimiento, los seres humanos van adquiriendo progresivamente nuevas habilidades comunicativas en la medida en que crece su contexto en el que se desarrollan. Es así como en un principio de la vida, los bebés se limitan a la relación con sus padres y/o también a la persona que esta a su cuidado. Con el tiempo, este círculo de relaciones comunicativas se vuelve más amplio integrando otros miembros de la familia, amigos y luego el contexto escolar.


"El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una alteración del neurodesarrollo que afecta diversas áreas como son la comunicación social y conducta", además de intereses repetitivos, los cuales es importante mencionar, se manifiestan de diversa manera en cada niño y teniendo cada uno de estos su propio nivel de funcionalidad.


También, dentro de las características que podemos observar en los niños con TEA están irritarse con facilidad con los pequeños cambios, realizar conductas muy auto estimulantes como aletear con las manos, mecerse o girar en círculos, reaccionar poco al dolor o de manera exagerada a los sonidos, tener muy buenas habilidades motoras gruesas y ser un poco menos hábiles con las habilidades motoras finas. Es importante volver a recordar que estas son algunas de las características que podemos evidenciar, pero la sintomatología y su grado de compromiso, va a depender de cada niño en particular.


Es importante destacar que cuando los niños son pequeños, la evaluación para confirmar el diagnostico, se hace mediante un equipo multidisciplinario, compuesto por neurólogo/psiquiatra infanto-juvenil, fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional, psicólogo, con el fin de recabar la máxima información posible y detallada, que permita integrar la visión de cada profesional y llegar a un diagnostico certero.


"El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una alteración del neurodesarrollo que afecta diversas áreas como son la comunicación social y conducta", 


Es necesario abordar desde la vista Fonoaudiológica, cuales son las principales dificultades a nivel comunicativo que pueden estar presentes en los niños con TEA, recordando siempre que cada niño es un mundo único y que, si bien los siguientes puntos se presentan en la mayoría de los niños, estos varían según su individualidad.

Dentro de las dificultades comunicativas, podemos evidenciar:

  • Dificultad para expresar emociones
  • Dificultad en la interacción social recíproca en diversos contextos
  • Alteración de los hitos del lenguaje
  • Dificultad para expresar ideas
  • Dificultades en la comunicación verbal tanto en su aspecto comprensivo como expresivo
  • Dificultades en la comunicación no verbal (gestos, expresiones corporales, atención)

 

La Importancia de la Intervención Temprana


Cada día es mayor el conocimiento que se tiene sobre el TEA, esto se ve reflejado principalmente en las instancias favorecedoras para los aprendizajes tempranos, generar instancias para su adaptabilidad desde pequeños y aumentar mediante las ayudas necesarias su calidad de vida.


Dentro de los avances más significativos que podemos evidenciar, es el diagnostico oportuno a partir de los 14 meses. Además, estudios avalan los múltiples beneficios para los niños en la intervención temprana antes de los 15 meses.


La importancia de la detección e intervención temprana recae en la neuroplasticidad, principal actor de los beneficios que se pueden lograr en los bebés, incluso los estudios exponen que las intervenciones realizadas antes de los 2 o 3 años, mejoran significativamente el bienestar del niño, de su familia y de las alteraciones del desarrollo propias del TEA.


Es muy importante poder tener conocimiento acerca de los hitos lingüísticos de los niños, ya que esto nos permitirá, estar atento a las señales de alerta.


Dentro de estas señales de alerta en el ámbito lingüístico-comunicativo, podemos encontrar las siguientes

  • - Escaso o nulo contacto ocular (en ocasiones puede pasar que este contacto ocular sea de una forma demasiado fija, lo que también interfiere en la comunicación)
  • - No responder a su nombre a los 12 meses de edad
  • - No señalar o utilizar el lenguaje no verbal para señalar objetos o situaciones de su interés (por ejemplo, señalar una mariposa que pasa volando), a los 14-15 meses de edad
  • - No utilizar juego simbólico (como darle de comer a un muñeco), a los 18 meses
  • - Evitar el contacto visual y preferir el juego y los momentos en solitario
  • - Retraso en el desarrollo del lenguaje
  • - Repetir palabras o frases una y otra vez (ecolalia)
  • - Dar respuestas no atingentes a las preguntas que se les hace

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El estar informado siempre será beneficioso a nuestra tarea como padres. El conocimiento te permite ir evaluando a tu bebé desde sus primeros meses, anticiparte sobre que esperar para cada etapa y además estar alerta a cualquier señal en su desarrollo.



Fonoaudióloga Ingrid Cazabon

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