#KAMBALACHEDATO
Es muy probable que alguna vez hayas escuchado hablar de esto a un adulto e incluso a tus propios padres cuando eras pequeño, advirtiéndote que realizar ejercicios de fuerza afectaría en tu crecimiento y te quedarías chico… Para tu sorpresa, esto es solo un gran mito urbano basado en antiguas tesis sin mayores argumentos científicos que lo respalden, sin identificar todos los beneficios al respecto.
Primero que nada tenemos que saber identificar ¿A qué llamamos ejercicios de fuerza? , para poder diferenciarlos y también poder tener una mayor base de análisis al respecto. Cuando hablamos de ejercicios de fuerza, es inevitable pensar en salas de fitness o gimnasios convencionales, olvidando que la fuerza en el ser humano está presente en todas las etapas de la vida, donde nuestra musculatura toma un rol trascendental en nuestro desarrollo y crecimiento. Desde aprender a gatear, caminar, saltar, trepar y correr con nuestro peso corporal hasta levantar y desplazar otras cargas externas en distintas situaciones y contextos.
Hay niños que tienen un desarrollo motor más avanzado a su edad biológica y viceversa, por eso cada niño es único en este sentido. En general nuestra recomendación es que los niños menores a 7 años de edad desarrollen los patrones de ejercicios asociados a la fuerza con estímulos lúdicos, siendo el juego su principal motor de activación cualquiera sea este y claramente según las habilidades de cada uno (trepar, jugar con pelotas, saltar, gatear, correr)
Por norma general, los niños suelen estar preparados para actividades deportivas a partir de los 7 años de edad y entre ellas se encuentra también el entrenamiento de fuerza. Si hablamos de entrenamiento de fuerza en niños, hablamos de un individuo que se encuentra en pleno crecimiento, por lo que es importante destacar que no seguirá las mismas pautas que un adulto.
La respuestas fisiológica a las cargas empleadas en los entrenamientos de fuerza en niños no son las mismas.
La práctica correctamente planificada y supervisada no solo NO provoca lesiones, sino que puede prevenir la aparición de las mismas.
Veamos otros beneficios adicionales que también son muy importantes:
1.- Mejora de las capacidades motoras y capacidades físicas básicas.
2.- Mejoras en la composición corporal.
3.- Mejoras en los niveles de fuerza y en la densidad mineral ósea.
4.- Prevención de lesiones
5.- Fomenta hábitos y estilos de vida saludables.
6.- Previene la obesidad y enfermedades asociadas al sedentarismo.
7.- Aumenta la autoestima.
8.- Mayores habilidades para el aprendizaje de deportes.
Es sumamente importante poder entender que si un niño desea experimentar el desarrollo de su fuerza tenemos que orientarlo para que este proceso sea el adecuado a su desarrollo y sus capacidades, evitando que ellos se sobre exijan y se expongan a lesiones, donde eso si pudieses ser un gran error.
La supervisión y orientación por profesionales en esta área es fundamental para poder potenciar al máximo las habilidades de los niños y sobre todo su fuerza, que es la base para todo el desarrollo muscular de nuestro cuerpo.
En CFC sabemos la importancia de esto, por lo que hemos desarrollado distintos programas pensando en las diferentes etapas de crecimiento de los niños, a través de nuestra plataforma de entrenamiento de Video On Demand, donde podrás encontrar toda la orientación necesaria para hacer deporte y también desarrollar la fuerza tanto en niños, adolescentes y adultos.
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